
Lo que no se puede es ofender a los andaluces después de haber votado en libertad y haber decidido por mayoría absoluta de parlamentarios de izquierda lo que ha decidido: que la derecha, por lo menos a escala regional andaluza, debe esperar a mejor ocasión. Y que el Gobierno Central deberá tener mucho cuidado con lo que hace, no caer en los errores de Aznar, que desde su soberbia no concedió ni una sola entrevista a Manolo Chaves.
Debe tener mucho cuidado con los andaluces y no oír los cantos de sirena provenientes de medios interesados, e incluso de ciudadanos andaluces que le están pidiendo poco menos que establezca un cordón sanitario que aísle a la región que ha preferido seguir siendo “roja”. No debe ahora Mariano maltratar mucho a los andaluces ni hacer caso a la corte de aduladores que le están pidiendo hunda en la miseria a los insensatos que no han seguido mayoritariamente a Arenas, donde está la clave de esa victoria pírrica que no le va a servir para nada.
En todo caso si hay que poner la proa a alguien que se la ponga a sus amigos de CIU que ayer ya le han pedido explícitamente la independencia: eso si que es un dolor de cabeza que puede llegar a desquiciar al Registrador que ha dejado los presupuestos del Estado para después de la elecciones andaluzas, lo que ha provocado que la prima de riesgo vuelva a dispararse.
Anoche conecté con Intereconomía y todos coincidían en que el culpable de los resultados en Andalucía, había sidoArenas y sus muchos errores: como, seguro de su victoria, no haber hecho política de tierra quemada, no haber sembrado de sal los campos socialistas, o no haber ido a los debates, sobre todo a su casa, algo a lo que Arenas renunció para no ser tildado, con todo fundamento, de Facha.
Tag: política
Comparte este artículo
Continúa leyendo...