Tendríamos que remontarnos a los tiempos del mítico Zamora para ver alguien que echa balones fuera de esta forma, aunque un tanto burda: en pleno proceso por el escándalo monetario de su compañero y ex presidente de Comunidad Autónoma, al que le piden 3 millones de euritos por no entrar en la trena –que seguro los saca de cualquier bolsillo, según su abogado, para no ir del palacete palmesano a la inhóspita mazmorra- se permite desviar la atención hacia los robos de gente del o vinculada al PSOE, sin caer en la cuenta de que ahora toca PP.
Su ilustre predecesor el vasco Mayor ya lo intentó días atrás lanzando la grave acusación de que Zapatero y ETA son aliados. Ahora el eterno aspirante a la Junta de Andalucía se remonta a los últimos 30 años, cuando él no tenía el cabello tan albo y Juan Guerra recibía en su despacho gubernamental a los de vocación trincante. De ahí a la enorme clase de Matas hay un abismo.
Dentro de su partido la única famosa que ha puesto un poco de cordura es ESPE, tan merecedora de palos simbólicos –Neira ha pedido licencia de armas- por otros conceptos , ha dicho: a los corruptos hay que perseguirlos con todo el peso de la ley”
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