Algo huele a muy podrido en España

Los niveles de corrupción está siendo tan altos que el ciudadano español está muy asqueado y mire hacia donde mire solo verá los detritus provocados precisamente por aquellos que se supone son los mejores, los encargados de hacerle la vida más agradables mediante la gestión de sus asuntos , desde el concejal de la más humilde pedanía hasta los que llevan la púrpura del poder. Ahora resulta que, a la vista de lo que está saliendo últimamente, la sombra de la sospecha se cierne sobre todos ellos, que tendrán que demostrar que no han delinquido, aunque eso lo tendrán que decir unas señorías que también, a veces, se dejan corromper. Estamos pues casi perdidos y sálvese el que pueda.

Veamos la interpretación que hace del fenómeno el poeta Luis García Montero en Y tú más, del que destacamos:

“Hablando dela España de Alfonso XIII, Unamuno –antes de caer por unos días en la tentación de la mano de hierro-, escribió que ninguna nación puede fundarse en la mentira. Los acontecimientos actuales, en el fondo, vienen a demostrar que el Reino democrático de España – perdón por el oxímoron- se fundó en grandes mentiras. Políticos y periodistas convertidos en cortesanos, han contribuido a esta farsa del rey castizo. Desmantelar la mentira es hoy un afán patriótico y democrático” Patriótico, porque debemos dar una respuesta política al abatimiento económico y moral de la nación. Democrático, porque no podemos dejarle espacio una vez más a la mano de hierro, al salvador o a la salvadora de la patria. El coraje cívico –en el periodismo, la política, el sindicalismo, la sociedad… – es ya una urgencia”:

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