
La explicación de la foto que ilustra el post puede ser la aparición del expresidente de la Generalitat valenciana Francisco Camps, como emergiendo de las aguas en la Albufera, y postulándose para ser presidente de la Generalitat o del Gobierno de la Nación. Rajoy debe considerarlo un activo tóxico para su partido al no traerlo para los mítines en Andalucía, comunidad que él si ha visitado al menos 5 veces, no sabemos si como Presidente del Gobierno de todos, hasta de los socialistas, o como máximo responsable de su partido. Lo decimos a efectos de los gastos, aunque estamos seguros de que Montoro estará controlando hasta el último euro.
Si en Andalucía ocurriera como en Valencia, Griñán debería estar tranquilo. El signo de los tiempos es que la ciudadanía no pase en las urnas la factura de la corrupción. En Andalucía , después de 30 años de socialismo, habrá habido de todo, pero no tanto como en Valencia donde sus máximos dirigentes se han sentado en el banquillo de los acusados, aunque posteriormente fuesen absueltos: ya se sabe que los jurados son un reflejo de la mayoría sociológica, la que ha otorgado de nuevo la mayoría absoluta al PP en Valencia. Y ni Chaves ni Griñán
han sido acusados formalmente de nada por ningún tribunal, a excepción
claro está de los que los quieren desalojar de San Telmo, o de la prensa ultra, que últimamente se ha visto incrementada por ilustres y centenarias cabeceras.
De todas formas, si Arenas gana, lo será por aburrimiento, algo a lo
que contribuirían seguramente muchos socialistas que se ven en la ruina
literalmente y que votarían aunque con las pinzas de tender la ropa en
las narices y al grito de ¡peor de lo que estamos, imposible!
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