La ludopatía nacional recibe nuevo impulso con el Euromillón y con la maestría de Vicho
No repuestos aún los españoles en crisis de la conmoción sufrida porla noticia de que alguien que paseaba por la calle de Alcalá, por dondela floristas vienen y van, entró en una Administración de Loterías, segastó 2 euros-precio mínimo de una apuesta- y ha recibido un premio de126.231.764 euros o, lo que es lo mismo, más de 21.000 millones de lasantiguas pesetas, nos enteramos hoy de que la familia Vicho-no hepulsado mal la tecla del ordenador- se ha embolsado 850.000 euros deconcursos por SMS.
La burrada de los 126 millones, que habrá hecho palidecer de envidia a más de un club de fútbol-dicenque están todos arruinados- o a tantos ediles municipales a los que yase les acabó el chollo de la recalificación de terrenos, es elequivalente a dos Airbus A320 o a cuatro años de sueldo de estrellas del fútbol como David Beckham o a algunos siglos de sueldo de nuestros salarios medios.
Desde aquí deseamos al perceptor de tal cantidad, de la que Haciendano se va a llevar en primera instancia ni un duro, tenga larga vidapara disfrutarla y que no le sobrevengan los problemas que dicen quetrae el dinero.
El otro caso es más pícaro y rocambolesco: una familia extremeña, laVicho Calderón, en el último año, se embolsó 850.000 euros deconcursos por SMS y en lo que va de 2009 ya llevan unos 500000 , sinninguna ayuda extraña, sólo con la ayuda de ocho teléfonos, resueltospor sorteo ante notario además de un número indeterminado de coches de altísima gama.
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