Las verdades del barquero de Peces-Barba

Es Gregorio Peces Barba uno de los políticosque más nos llamaron la atención en los principios de la democracia enlos debates que se producían en el Congreso: percibimos en él un puntode sinceridad y de honradez en sus planteamientos políticosque no veíamos en los otros, en los discursos de la extinta AlianzaPopular o de los nuevos socialistas, recién despojados unos y otros delas vestiduras franquistas.
Su última actividad políticala realizó al ser nombrado Alto Comisionado para el Apoyo a lasVíctimas del Terrorismo, un cargo de nueva creación, con rango deSecretario de Estado que debía coordinar la acción de variosministerios y donde cosechó fuertes críticas por parte del PP y de laAsociación de Víctimas del Terrorismo , siendo acusado de haberrepresentado al gobierno y no a las víctimas, fundamentalmente por noasistir a algunas manifestaciones convocadas por la propia AVT.Peces-Barba argumentaba que, por pura coherencia, su cargo le impedíamanifestarse en contra del propio gobierno del que formaba parte y desu propia persona. Además afirmaba que por su cargo de coordinador nodebía tomar partido por unas víctimas solamente, y por ello sólo iría aconvocatorias unitarias. Fue cesado por deseo propio antes de cumplirdos años en el cargo.
Ya jubilado este catedrático de Filosofía del Derecho y miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, no puede permanecer impasible ante el maremágnum de la política actual y así reparte a diestra y siniestra ante las incoherencias que observa, y escribe un artículo en El País , “Un compendio de errores y engaños”, en el que reconociendo los aciertos de unos y de otros, como la política socialdel Gobierno y su política internacional o el apoyo generoso del PPpara que pueda haber un Gobierno constitucionalista en el País vasco,también apunta los fallos, que se producen .
Así fustiga a los partidoscatalanes-menos el PP- por su desprecio a la legalidad, que amenazan ydesautorizan a priori el resultado que produzca la sentencia delTribunal Constitucional sobre la reforma del Estatuto de Cataluña,“demostrando una inmadurez, una ignorancia, una falta de rigor eincluso una tendencia a la prevaricación que les descalifica. Sudesprecio al Alto Tribunal es un desprecio a las reglas del juegolimpio, e ignorancia y mala fe sobre nuestro sistema constitucional.Beneficiarse de él cuando creen que favorece y descalificarlo cuandocreen que perjudica es mezquino y expresa una falta de rigor y degrandeza.”
Critica al PP que lanza “improperios y acusaciones gravísimas einfundadas, porque no aparece intención de probarlas ni de presentarpruebas que las fundamenten. Es un gratuito “¡Viva Cartagena!” queconvierte a sus dirigentes en lanzadores de palabras sin sentido, alusar el lenguaje más allá de los límites en los que es significativo.Wittgenstein, en sus Philosophical Investigations,identificará certeramente esos comportamientos en los que el lenguaje“se va de vacaciones y empieza a operar locamente, como una turbina quegirase en el aire fuera de sus engranajes”.
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