Teniendo como cortina de humo la tremenda crisis que nos asola y a Zapatero pensándose una remodelación- golpe de timón- ministerial que tenga un efecto similar al que se suele producir cuando se cambian los entrenadores, estos dos barandas barones populares hacen cortes de mangas a su propia crisis y multiplican sus apariciones en público, haciendo declaraciones merecedoras de mármol y cincel, como diría C. Herrera , el ondacerano, y produciendo frases inmarcesibles, como esta de Camps: “Yo me pago mis trajes”u otras de Esperanza, la de los lapsos.
El valenciano barón Camps ha estado en Madrid leyendo una conferencia, apoyado por la plana mayor del partido, toda ella con la mano presta a ser colocada en el fuego ya que si en Madrid rodaron cabezas, en Valencia todo era apoyo cerrado él y a su ‘número dos’, Ricardo Costa.
Sobre la corrupción ha dicho que “nadie ha demostrado nada” sobre posibles adjudicaciones sospechosas por parte de su Gobierno. Por eso, calificó de “tremendamente injusto” que se intente “sembrar una duda de sospecha” y se mostró convencido de que las “cosas volverán a su cauce”. “Las conciencias intranquilas seguirán intraquilas y las tranquilas seguirán tranquilas”
“…En estos días y estas semanas tan especiales siempre recordará “el abrumador cariño” de la gente, de su familia, de sus amigos y de personas “anónimas” que se han acercado a él para decirle “adelante presidente, adelante Paco, adelante compañero” porque “vale la pena este esfuerzo” que se está realizando en defensa del interés general y “por algo tan hermoso como es trabajar por España”.
“España necesita “un cambio de rumbo, inmediato” y recalcó que Rajoy y su equipo lo están diciendo en el Parlamento.
Por su parte, Esperanza, una vez echadas unas cuantas paletadas de tierra a la Comisión de Investigación de los Espías dedica su tiempo a
1) arropar al presidente valenciano, Francisco Camps, como símbolo de unidad en tiempos de asechanzas garzonianas y socialistas
2) inaugurar una guardería al norte de Madrid con el nombre de Rocío Jurado, a la que han asistido el viudo Ortega Cano, los hermanos de la ¦5¦ y Rupert. Ni Fidel, el novio, asistieron. Esperanza, como el día va de frases, nos obsequió con ésta, insuperable y difícilmente igualable, aunque su tío Jaime Gil de Biedma seguro que sí:
“Ha quedado preciosa. Nos estará viendo desde el cielo”
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