En Nieva de Cameros es desarmado el Apóstol

Comencemos la semana hablando de paz, lo que no sería compatible silo hacemos de De Juana, que sigue estando en la cresta de la olainformativa-nos gusta recurrir a los tópicos que la ¦0¦ha ido acuñando con el paso de los años- por la carta que al parecer haescrito para que la lean en su homenaje y en la que se expresa demanera que un fiscal podría encontrar en ella apología del terrorismo,al recordar como un gran hombre y amigo a Txomin, antiguo número uno deETA e instar a seguir luchando en “esta época dura” . También seacordó de sus compañeros terroristas encarcelados al grito de ¡vivanlos represaliados políticos vascos!.
También Rajoy abandona por un momento sus merecidas vacaciones paraentrar en liza , sacando algo de pecho y diciendo que él convocó unaconcentración en la madrileña plaza de Colón, ante la huelga de hambrede De Juana Chaos y la supuesta claudicación del Gobierno ante ETA quele pareció sencillamente bochornosa.
Pero vamos a dejar en paz al caballero que fue condenado por uncódigo penal franquista, con el actual le habrían salido más caros susasesinatos, y centrarnos en un pacifista de nuevo cuño: el cura deNieva de Cameros ha decidido suprimir la espada que empuña SantiagoApóstol y ponérsela a sus pies como un símbolo para aplastar laviolencia. Si por él fuera también se la habría quitado a San Pedrocuando cortó la oreja al sayón en el Huerto de los Olivos. «No parecíabien que Santiago saliese por las calles del puebloblandiendo amenazadoramente la espada». Para preparar a sus feligresespara la modificación, basó su sermón en este asunto: “Centré la homilíaen el quinto mandamiento, el ‘no matarás’, y también en la frase queJesús le dice a su apóstol Pedro: ‘Pedro, mete tu espada en lavaina’”Este tonsurado parece querer rectificar la historia,invadido de sus ansias pacifistas, lo que no está nada mal, tiene muchotrabajo por delante en el presente, aunque no podrá borrar lasCruzadas, todas la guerras de religión en la que los cristianosintervinieron, ni la Cruzada de Liberación del 36.
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