
Da gusto leer a Antonio Burgos cuando se le ve liberado de sus demonios familiares, de su visceral aversión hacia los sociatas sobre todo hacia las hembras con responsabilidades de gobierno: Carme, la del Bombo, la Aido, ex ministra de Igual-da, entre otras. Qué gozo da leerle cuando deja a un lado las miserias de la... Continuar leyendo