Periódicamente entramos en el mundillo de
Belén Esteban y todo lo que la rodea, algo que al parecer se está
tambaleando con síntomas de agotamiento. Unos 11 años viviendo del
cuento, del fruto de su relación con un torero y de una educación pésima
de la que hace gala a diario para divertimento de sus seguidores –no
hay más que oír sus gruñidos cuando no está ante las cámaras- , no están
mal del todo.
Algunos post que le dedicamos... Continuar leyendo