
Para José Carod y el resto de la cuadrilla –empleemos un término taurino de los que el castellano está sobrado- los toros embolados con sendas antorchas en la cornamenta, acosados y hostigados durante horas por los alegres mozos, o los paseados con sus cuernos atados con sogas de las que tiran – “una pechá de ... Continuar leyendo