
Antes de nada, y aprovechando que el blog no tiene ni la más remota posibilidad de ser leído ni por el rey ni por su corte, he de decir que la operación
a que ha sido sometido, y sobre la que corren abundantes rumores con o
sin fundamento, le ha echado a nuestro entusiasta y campechano monarca unos cuantos años encima: lo he visto francamente deteriorado: ya no parece aquel admirable y saludable regateador o esquiador o motero que fue. Y no es... Continuar leyendo