Esta sigla surgió en los noventa del siglo pasado y
se refería a los jóvenes aunque sobradamente preparados. Y a punto de
que se termine la primera década del siglo XXI hay que retomar dicha
sigla que se mantiene igual aunque con el matiz de que en “preparado” se
inserta un guión quedando como “pre-parado”, con lo que queda definida
la cruda realidad actual en que esta nueva generación “jasp” carece de
oportunidades y de trabajo a pesar de ser la más cualificada de la
historia.
Además una macroencuesta de la consultora Proudfoot a
1.500 ejecutivos dice que es una generación poco productiva. El relevo
de los JASP joven aunque sobradamente preparado de los noventa añade la I
de infravalorados: estamos ante los JASPI que tienen ahora que superar
nuevos listones: precariedad, temporalidad y sobrecualificación.
Mientras tanto los más atrevidos y seguros de si
mismo no paran de buscar nuevas fórmulas a la espera de tiempos mejores,
es el caso de Laura que quiso probar en el concurso televisivo
“pasapalabra” para superar el aburrimiento y la desesperación por estar
en paro.
Tag: sociedad
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