En los tiempos oscuros y lejanos del Medievo lagente se veía inmersa en batallas continuas, normalmente por móvileseconómicos aunque estos en ocasiones estuvieran enmascarado por motivosreligiosos. El mundo era entonces teocéntrico y nunca se perdía devista la idea de la divinidad que estaba representada en la Tierra porla Iglesia Católica. Y por respeto a los ideales cristianos durante losdías de la Navidad cesaban los combates: se establecía una tregua quese dedicaba por parte de los ejércitos a retirarse a sus cuarteles arearmarse y coger fuerzas y a conmemorar el nacimiento de Cristo.
Tomo la idea de la tregua de la Navidad que comienza esta noche conla misa del Gallo, durante 2000 años a las 12 de la noche y éste añopor cansancio físico y mental del Papa a la 10 pm, para que disfrutenustedes, siquiera por un día, de mi tregua navideña de andar por casapero tregua en definitiva porque se van a ver liberados de que lesponga por delante una serie de personajes de cuyas bocas o su solapresencia nos han regalado momentos delirantes o bochornosos.
La tregua navideña les va liberar de tener que oír a Zapatero decircosas como que “la tierra no pertenece a nadie salvo al viento”, frasesuya o de un guionista-poeta de guardia: ambos se cubrieron de gloriaen Copenhage, aunque preferible a los chistes que sobreel Gobierno o Zapatero fabrica en los mítines durante su caminar a la Moncloa, algo que algún alma caritativa podría evitarnos si alguien ledijera que a la Moncloa va a llegar por defecto.
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