Las cartas “Desde mi celda” son un ejercicio literario de GustavoAdolfo Bécquer, desde un encierro voluntario, una reclusión para cuidarsu salud y buscando un remanso para el espíritu:
“Ayer con vosotros en la tribuna del Congreso, en la redacción, enel Teatro Real, en La Iberia; hoy, sonándome aún en el oído la últimafrase de una discusión ardiente, la última palabra de un artículo defondo, el postrer acorde de un andante, el confuso rumor de cienconversaciones distintas, sentado a la lumbre de un campestre hogardonde arde un tronco de carrasca que salta y cruje antes de consumirse,saboreo en silencio mi taza de café, único exceso que en estassoledades me permito, sin que turbe la honda calma que me rodea otroruido que el del viento que gime a lo largo de las desiertas ruinas yel agua que lame los altos muros del monasterio o corre subterráneaatravesando sus claustros sombríos y medrosos…”
La carta que envía Otegi desde su celda de la cárcel, avalada porsus compañeros batasunos, al diario GARA no tiene nada de literariasino más bien de tipo reivindicativo, no puede exigírsele por tanto labelleza en el lenguaje del poeta romántico aunque cualquiera podría veren él un romántico que cree en sus ideas, las que quiere llevar a lapráctica por medios democráticos no exentos de violencia aunque seniegue a condenarla expresamente.
Tag: políticaComparte este artículo
Continúa leyendo...