Normalmente los intelectuales se manifiestan por la democracia, por los derechos humanos, por el estado del bienestar seriamente comprometido por las políticas de austeridad que nos imponen desde Alemania , es decir, desde la gran Banca, pero hete aquí que una gran parte de la intelectualidad francesa nos sorprende en el Día de Todos los Santos con un manifiesto a favor de la prostitución, colectivo que al parecer también está azotado por la crisis por mucho que haya habido, según dicen, una bajada generalizada de tarifas, amén de estar acosado a multas, que se extienden también a los usuarios-beneficiarios del oficio más viejo del mundo, se supone que cuando se ejerce en la calle.
Este manifiesto, titulado El manifiesto de los 343 cabrones, en este caso 300 intelectuales exactamente, quiere recordar una carta abierta en 1971, por 343 mujeres a favor del aborto— , subtitulado No toques a mi puta. El texto que debe publicarse en la próxima edición de la revista francesa Causeur está levantando un gran revuelo entre feministas y asociaciones que velan por la dignidad de la mujer.
El manifiesto se opone a un proyecto de ley de la Asamblea francesa que prevé penalizar con multas de hasta 3.000 euros a los clientes de la prostitución.
En el manifiesto se recogen expresiones como “algunos de nosotros han ido, van o irán de putas… y ni siquiera se avergüenzan”, “consideramos que cada uno tiene derecho a vender libremente sus encantos… y a que le guste. Y nos negamos a que unos diputados decreten normas sobre nuestros deseos y nuestros placeres”, “Nos gusta la libertad, la literatura y la intimidad. Y cuando el Estado se ocupa de nuestros culos, las tres están en peligro”, “Todos juntos proclamamos: ¡No toques a mi puta!”, esto último calco de aquel ¡No toques a mi colega! popularizado en los años ochenta para la asociación SOS Racisme.
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