No crean que el caso Garzón, el juez aherrojado a las tinieblas exteriores está finiquitado. Previsiblemente el juez, convencido de su inocencia, recurrirá a más altas instancias, dentro y fuera del suelo patrio. Se siguen produciendoreacciones también dentro y fuera, de las que les voy a poner algunos ejemplos, con la certeza de que hacerlo es“escribir a la contra” a la vista de los vientos que están soplando en la actualidad y que amenazan con arrastrarnos a todos, y no solo en el aspecto económico. Lean y saquen sus propias conclusiones.
Antonio Elorza nos dice:
“Más allá de lo que representa la condena de Baltasar Garzón, hay un aspecto a subrayar en este episodio: el coro de brutales descalificaciones que desde la derecha llovieron sobre el magistrado desde que destapó la trama Gürtel y que ahora han culminado en la danza india de celebración en torno a su condena. Con Telemadrid y los señores del torito en la posición estelar que les corresponde. Cierto que ya existió una ola de ataques en los años noventa, entonces desde medios socialistas, por otra investigación políticamente incorrecta, sobre los GAL, y con coincidencias formales respecto de la actual: cualquier leguleyo de la última hornada denunciaba la intención perversa de Garzón y su incompetencia a la hora de elaborar las instrucciones.
Y el gallego Manuel Rivas:
“Garzón es ya el primer desaparecido de la nueva Contrarreforma, consumado el auto de fe, quemado en estatua, con un período de muerte civil que parece medido con precisión para imposibilitar su vuelta a la Justicia. De todas las reacciones, hubo dos que me impactaron en especial. La carta de su hija María, dirigida “a los que brindarán con champán”, después de este golpe. Y la exultante alegría de la señora Aguirre al comentar la sentencia, en gozoso chinchín prosódico, como si en efecto hubiese estado brindando toda la mañana.”
Tags: periodismo, política, sociedad
Comparte este artículo
Continúa leyendo...