Aunque solo sea para maquillar los previsibles resultados del 20-N, con permiso de los 8 millones y medio de indecisos que dicen que hay , resurgeFelipe con su compañero del clan de la tortilla, el inefable Alfonso Guerra, el diputado más antiguo de las Cortes y que piensa repetir como numero 1 por Sevilla.
Ayer acompañaron a Rubalcaba en el mitin de Dos Hermanas donde ambos, cual viejos rockeros instaladas ya en la setentena- a Felipe le falta uno solo- enardecieron a los 30.000 entusiastas que llegaron desde todas partes en los400 autobuses fletados por el partido y en distintos medios, qué más da.
Hacía 16 años que no se les veía juntos, pero ahí los tienen, ayudando a su partido en las horas más bajas, con la pesada losa de los 5 millones de parados, y con la inercia de la historia en su contra: por lógica la gente quiere que algo cambie. Y puede que con el cambio se recupere la confianza y la gente que tiene el dinero, la banca y los particulares que apalean millones gracias a boom inmobiliario, quizá se dediquen a sacarlo e invertir. Es su partido el que va a ganar. Esperemos que el 21 se inicie el despegue con los malvados Zapatero y Rubalcaba ya amortizados.
Pero como estamos en época de mítines fijémonos en lo que dijeron los dos aludidos.
Por ejemplo, en las reseñas no hemos escuchado aquel famoso: “Alfonso, dales caña” pero si su sorpresa de que a la derecha no le haya gustado excesivamente que un Gobierno socialista haya derrotado a la organización criminal:
“¿Qué habría hecho el tío del bigote?: “José Mari, habla con tus amigos, esos a los que llamabas del MLNV, que hay encuestas, que esperen unos días a ver si me toca’”.
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