El incierto futuro de Mariano Rajoy, a examen
Al igual que la gota de agua va horadando la peña más dura, lacampaña en contra de Rajoy que se inició la noche en que perdió sussegundas elecciones está cada vez más próxima de la consecución de susfines: la defenestración de Rajoy, que esperemos sea de una manerasuave, no tan violenta como las que se hacían en Bohemia: cuando laspasiones políticas se exacerbaban se puso en práctica el recurso dejusticia popular, tirando por la ventana (defenestración) al personajeo personajes-consejeros imperiales- incómodos de turno.
En el caso de Rajoy, y una vez cansado del mobbing a que esta siendosometido por sus compañeros seria una plácida renuncia al cargo y lasubsiguiente marcha al Registro de la Propiedad, número no sé cuantos,en donde va a ganar más dinero aunque seguramente va estar despojado de la erótica del poder. Él sabrá lo que hace.
Si hasta ahora la punta de lanza de la guerra incruenta contraRajoy estaba representada por Pedro J. (El Mundo), Losantos (la COPE)y ABC, ahora se suma a éstos EPOCA proclamando que Rajoy tiene “losdías contados”. Afirma que los barones que le apoyaron en el Congresode Valencia “le dan ya poco recorrido” y se prepara una rebelión de unaveintena de parlamentarios contra él. Y tiene los días contados siprosigue la guerra de los espionajes y si las elecciones vascas y sobretodo las gallegas son un fracaso.
Entre los diputados “descontentos” citan a nombres como el que fuerajefe de Gabinete de Aznar, Carlos Aragonés, Ángel Acebes o IgnacioAstarloa y, en relación con la trama de espionaje del PP de Madrid, presentan al vicepresidente de MadridIgnacio González como una víctima y recuerdan que es “amigo” de Acebes,al que también defienden asegurando que no tuvo conocimiento de la redcuando era secretario general del partido.
Tags: política, sociedadComparte este artículo
Continúa leyendo...