Usar en estos días en que se conmemora la Pasión de JC la palabra calvario, lugar en que fue ejecutado Jesucristo por sus conciudadanos pormotivaciones políticas – a más de uno se le pasará por la cabeza aplicar un castigo similar a algunos políticos que hacen de la mendacidad su única arma- y aplicarla al sufrimiento de las victimas de las denuncias falsas que la aplicación de la Ley Integral de Violencia de Genero produce, no deja de ser un recurso retórico pero incontestable.
Sería prolijo reproducir algunos de los innumerables casos que se producen aunque si leen a Paula Ballesteros, ahí tienen un montón:
¿Una Ley que premia por mentir? “de
cómo una ley terrible incentiva la denuncia falsa para conseguir lo que
sólo se merecen las víctimas de maltrato reales y no tantas impostoras,
de cómo estas leyes presuntamente progresistas son como un desastre
nada natural: no ayudan a las víctimas y convierten en verdugos a
quienes no lo son”
Carta de MAG desde la cárcel
Todos somos Espartaco
Alejado de mis niñas
Esposado como un delincuente, entre otros muchos
El beligerante en esta lucha juez Serrano, presidente de la Plataforma Ciudadana por la Igualdad y juez de Familia de Sevilla,ha confeccionado uninforme basado en las estadísticas del tercer trimestre de 2010 sobre violencia doméstica del Observatorio de Violencia de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en que manifiesta que estas –las estadísticas- “vuelven a ser presentadas de manera sesgada y
poco rigurosa, con lo que contribuyen a aumentar la típica confusión
interesada que sólo beneficia a los defensores de un discurso puramente
ideologizado que sobredimensiona unos datos, esconde otros y termina por
desentenderse de la realidad y hasta de las víctimas”.
La finalidad de ese informe es “demostrar la verdadera dimensión del maltrato machista en
España utilizando los datos del propio Observatorio, “para que luego
nadie diga que nos inventamos los datos o que utilizamos otros
distintos”.
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