Aquí entre la celebración de la Pepa, las elecciones andaluzas y el nacionalismo que se ha dado cuenta de que echar la culpa a Madrid por todo se les ha acabado –lo mismo que el dinero fácil del que desde ahora tendrán que dar cumplida cuenta a Europa, su meta soñada - se produce a cargo de diversas fuerzas, preferentemente las provenientes de las radios, televisiones y prensa de la extrema derecha, unos fuegos cruzados que tienen al personal con la adrenalina por las nubes. Incluso esta semana el influyente Felipe González se ha apuntado al festín diciendo en una entrevista al ya consagrado reportero el Follonero que“Pedrojota es un amoral, no tomaría un café con él” (Si les llega el video, no se lo pierdan)
Y precisamente uno de sus colaboradores en El Mundo, Losantos, el pequeño talibán de las ondas (Luis del Olmo, el expoliado, dixit) escribe la primera página de este cuaderno cuando carga contra el rey y los políticos en general habiéndole hecho previamente la pelota al pueblo:”la nación sigue muy por encima de sus autoridades”, trasladando la situación de principios del XIX en España a la actualidad “Es esa vileza generalizada, desde el Rey al último mono, esa desvergüenza, esa corrupción compartida lo que guarda aterradora semejanza con lo que sucede hoy en España. La Nación ha dejado que el Estado se corrompa hasta el tuétano; las instituciones representativas son la viva imagen de los cuarenta, si no cuarenta mil, ladrones; y la Familia Real cobija émulos de Alí Babá”.
O Juan Manuel de Prada comparando a la constitución del 12 con la sífilis: