La sensación de agotamiento, de vacuidad, de estar más que trasnochados es la que dan Buenafuente, Sardá y Julia Otero. Televisivamente hablando. Eldinamismo que desprende en la radio esta última está lejos de llevarlo a la pequeña pantalla. La entrevista que le hizo al guapo torero y modelo de Armani fue de lo más insufrible, incluso los piropos que lanzó al final y repetidamente a los bellos ojos azules del nieto de Ordóñez nos hicieron temer lo peor: por un momento creímos que la pizpireta aunque ya madurita Julia iba a abalanzarse sobre él. Finalmente fuese y no hubo nada para alivio de la audiencia, huérfana la noche de los lunes de algún otro producto televisivo decente en que fijarse. Como es una dama picara e inteligente seguramente hará cambios sustanciales en el programa que presenta en prime time en la Uno. Los otros dos seguramente tendrán que retirarse a sus cuarteles de invierno en busca de ideas frescas.
Más aceradas son la críticas que les dedica – a ella y a los otros dos- el especialista en estas lides Pérez de Albéniz. A Julia la despacha así en Entrevista a la corta, de la que reproducimos algunos párrafos:
“la legendaria comunicadora ha vuelto con un programa de entrevistas, “Entrevista a la carta” en el que ni siquiera hace las preguntas: son telespectadores anónimos y doce personas “muy conocidas” quienes interrogan al famosete en cuestión”
“Cuentan que Otero es antitaurina, pero lo cierto es que lejos de dar algún signo de sensibilidad o compromiso se sumó a la fiesta: “¿Cuántas cicatrices tienes?”, preguntó. “Alrededor de las diez, pero ya no las cuento”, respondió un Cayetano sobrado. Así las cosas, el único momento que pudo parecerse en algo al periodismo fue cuando un telespectador aseguró no entender que “se maten animales por diversión”. El torero tenía prevista la cuestión: “No me gusta que se llame fiesta. Parece como que es una cosa de lo más normal. Matar animales por diversión… tengo que contradecirle. No hay ninguna persona que pueda amar más al toro que un torero. No he oído solución alternativa al tema de los toros. No es diversión lo que siento, y siento un gran respeto por el toro”.
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