Al parecer el agujero negro de Bankia va a costar a cada español 500 euros. Otro elevan esa cifra a 800 por barba.Son cifras que resultan de dividir cerca de 24.000 millones de euros por los casi 50 millones de españoles, en los que están incluidos niños, pensionistas y parados, incluso el millón y medio de estos últimos que llevan entre 3 y 4 años en esta situación. Como contraprestación todos seremos accionistas de Bankia que se va a convertir en un banco público.
Vamos a tener que dejar de oír la radio o ver la televisión. El anuncio del Gobierno de esa inyección inmensa de dinero público ha sido recibida así: “Bankia se hunde en su regreso a la Bolsa mientras la prima supera los 500 puntos. El Ibex pierde un 0,22 % y las acciones del banco caen un 26 % “
Aunque nos tachen de demagógicos no podemos dejar de pensar que la detracción de muchos menos millones de masa monetaria ha dejado sumidos en la miseria a sectores tan fundamentales para la marcha del país como la sanidad, la educación y la investigación. Y los servidores públicos que manejan esos conceptos tan abstractos ven cada día más menguados sus ingresos, algo que ya empezó hace dos años con el irrepetible –a Dios gracias- Zapatero, aquel que dijo, cuando la crisis ya estaba instalada sobradamente, que “la banca española era de las más solventes del mundo”. Le deseamos a tan funesto profeta que, al igual que a casi todos los españoles, le cercenen lo más posible sus saneadas cuentas. Y ahí nos quedamos.
Pero otros, como el escritor y periodista Graciano Palomo, hacen otras propuestas más atrevidas, poniendo en boca de un alto dirigente del PP la expresión “¡Alguien tiene que ir a la cárcel!…, unos cuantos tienen que estar entre rejas!, ante la vergüenza que siente ante lo que está ocurriendo con la antigua Cajamadrid y Bancaja, controladas desde siempre por el Partido Popular.
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